La apacheta es un símbolo de la cosmovisión andina. Es un montículo de piedras colocadas una sobre otra, una ofrenda a la Pachamama dejada a un lado del camino. Cuando el chef André Patsias llegó a nosotros con el nombre de su restaurante, Statera, nos encargó darle forma por completo: desde la conceptualización gráfica -incluyendo el logo-, hasta el branding y el interiorismo.
Recibimos el proyecto arquitectónico iniciado por el estudio MD27: el espacio de concreto expuesto, con los maceteros superiores. El interiorismo pedía piedra, madera, mármol: nada de pomposidad, solo la imponencia de los materiales naturales. Nos propusimos darle la mayor cantidad de detalles a la arquitectura, como la porosidad adicional de las paredes y que salga musgo de ellas, que respiren naturaleza. Replanteamos la fachada con listones de madera que se abren como puertas, para darle intriga y movimiento. Esos mismos listones se repiten sobre la barra hecha de piedra irregular.
Los detalles van de lo grande a lo chico. En el baño, los lavatorios están hechos de una espectacular piedra, tosca por afuera, pero pulida por donde cae el agua, como sucede en los ríos. Si se miran los posavasos de piedra desde arriba, parecen mapas topográficos. Finalmente, en la entrada al restaurante se luce una apacheta en gran formato, una escultura encomendada a un artista. Como para acompañar con buena suerte en este nuevo camino.
